Ríos
Un río es un curso de agua (en general con baja salinidad, de allí
lo de “agua dulce” entre nosotros o “agua fresca” [fresh water]
entre los angloparlantes), que se origina ya sea a punto de partida del
deshielo de las altas montañas o bien como confluencia de otros cursos de agua
más reducidos (otros ríos, pequeños arroyos). En general, mientras que los ríos de montaña son de curso rápido y vigoroso, con alto contenido en minerales
, los ríos de llanura se caracterizan por su mayor caudal y canal, con un curso más lento y pausado.
Los ríos proporcionan
agua, transporte y un medio de deposición de resíduos. La superficie total que
ocupan es pequeña pero son los ecosistemas más intensamente usados por el hombre.
Las
características del río cambian desde su nacimiento hasta su desembocadura
debido a que su tamaño y volumen de agua aumentan y porque cambia el
metabolismo de la comunidad, la composición de especies y la diversidad de
especies. Esta secuencia de cambios se llama contínuo fluvial.
Las corrientes de la cabecera son
heterótrofas, es decir, la respiración excede a la producción. La comunidad
biótica depende de la materia orgánica que llega procedente del lavado de la
cuenca terrestre.
En el curso
medio su lecho es más amplio y menos abrupto y se instalan autótrofos, como las
algas de agua dulce y otras plantas acuáticas que
pueden llegar a ser muy abundantes. La diversidad de especies alcanza en este
punto su máximo.
En el curso bajo el agua se enlentece
y se hace fangosa, decreciendo la luz y la fotosíntesis en consecuencia. La
corriente es heterótrofa con una reducida variedad de especies en los niveles
tróficos.
Casi todos los grandes ríos están
saturados por los residuos que emiten las aglomeraciones de su
ribera debido a su uso como alcantarillas gratuitas. Es difícil hallar un río
natural sea su tamaño el que sea.
Las aguas de corriente se dividen en
dos tipos: corrientes en las que su lecho es erosionado y su fondo es firme
(rápidos), y corrientes de sedimentación con el fondo compuesto de sedimentos
sueltos (remansos). Las comunidades acuáticas son diferentes en las dos
situaciones, en los remansos, se asemejan a las de las lagunas con un
considerable desarrollo del fitoplancton y de especies de peces e insectos
acuáticos; en los rápidos son formas más exclusivas y especializadas como
larvas de frigáneas o “cargadores”.
Disponible en: http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/7/74/Rio_Sar_Pontepedrina_Santiago_Galicia_070310_2.JPG |
Muchos
artistas y hombres de ciencia los han comparado con los vasos sanguíneos del
mundo, dado que se encargan de funciones cardinales que hacen a la integridad
del planeta entero, como una verdadera unidad.
Desde el
punto de vista de la biosfera, los ríos constituyen
una importante reserva de agua de acceso para los seres vivos (agua
potable) y también son el hábitat de innumerables formas de vida, que incluyen
protistas, moneras, plancton, hongos, vegetales, animales inferiores y
superiores. En este sentido, los ecosistemas más variados del planeta giran en
torno al Amazonas, el río más caudaloso del planeta, con un recorrido nacido en
la alta montaña (río Marañón) y que termina su curso como río de llanura. Se
estima que la cuenca amazónica sólo es sobrepasada por los océanos en términos
del número de especies y recuento de individuos en lo que hace a animales y
vegetales.
No debe
olvidarse el otro aspecto relevante que hace a la
importancia de los ríos: su misión
social. En efecto, las grandes civilizaciones de la antigüedad y las
principales ciudades de la modernidad se han asentados junto a ríos de
dimensiones considerables, tanto por la necesidad de comunicación (los
ríos navegables han sido los principales caminos de la humanidad durante varios
milenios) como de sustento de agua potable y fuente de alimento. Basta recordar
a las culturas de Egipto (río Nilo), Mesopotamia (Tigris y Éufrates) o a las
numerosas capitales europeas situadas sobre el Danubio.
Por lo
tanto, es menester destacar que la importancia de los ríos los convierte en necesarios objetivos de
protección, dado que la contaminación de las aguas puede dar paso a la
destrucción de ecosistemas completos e incluso a transformar a los
asentamientos humanos en áreas inviables a corto y mediano plazo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario