Zonas de agua subterráneas
Las aguas
subterráneas son el agua situada por debajo de la superficie
del suelo en los espacios porosos del suelo y en
las fracturas de las formaciones rocosas. Una unidad de roca o un depósito
no consolidado se denomina Acuífero cuando se puede producir una cantidad
de agua utilizable.
A menudo son extraídas para usos
agrícolas, municipales e industriales mediante la construcción y operación de
pozos de extracción.
Normalmente,
las aguas subterráneas son consideradas como agua líquida que fluye a través de
los acuíferos poco profundos, pero técnicamente también puede incluir:
·
La humedad del suelo
·
El
permafrost (suelo congelado)
·
El
agua inmóvil en el lecho de roca de muy baja permeabilidad. y profunda
geotérmica
·
Agua
de la formación del petróleo.
Los acuíferos
Disponible en: http://www.madrimasd.org/blogs/universo/wp-content/blogs.dir/42/files/1283/o_acuifero_vivo.jpg |
Un acuífero es una capa de sustrato
poroso que contiene y transmite las aguas subterráneas. Cuando el agua no
puede fluir directamente entre la superficie y la zona saturada del acuífero,
el acuífero está confinado. Las partes más profundas de los acuíferos no
confinados son generalmente más saturados ya que la gravedad hace que el agua fluya hacia abajo. La velocidad a la que el agua se mueve
depende del tamaño de los espacios en las capas y de la conexión entre éstos.
Los acuíferos consisten típicamente de gravilla, arena, arenilla y piedra
caliza. Estos materiales son permeables porque tienen poros grandes que
permiten que el agua fluya con mayor rapidez. El nivel superior
de esta capa saturada de un acuífero confinado se denomina tabla de agua o
tabla de la superficie freática. Debajo de la capa freática, donde por lo
general todos los espacios porosos están saturados con agua es la zona
freática.
Algunos problemas han afectado a la
utilización de las aguas subterráneas en todo el mundo. Así como las aguas
de los ríos se han usado en exceso y contaminado
en muchas partes del mundo, también lo han hecho los acuíferos. La gran
diferencia es que los acuíferos no están a la vista. El otro gran problema
es que los organismos de gestión del agua potable de la ONU prácticamente no hacen
nada. Este problema, aunque entiende por siglos, se ha mantenido, en parte
por inercia y en parte por la rivalidad y la falta de comunicación de los
gobiernos. Lo que pone en gran riesgo las aguas subterráneas.
El problema de la sobreexplotación de los acuíferos es grave. En 1975 existían 32 acuíferos sobreexplotados, cifra que se elevó a 36 en 1981, 80 en 1985 y 104 en 2004 (CNA, 2005), lo que representa ya 16% del total de acuíferos registrados en el país. Los acuíferos sobreexplotados se concentran en las regiones de Baja California, Noroeste, Cuencas Centrales del Norte, Río Bravo y Lerma-Santiago-Pacífico (Mapa 7.3). Además de la sobreexplotación, 16 acuíferos tienen problemas de intrusión salina (12 de ellos están sobreexplotados), sobre todo aquellos que se localizan en las costas de Baja California, Baja California Sur, Sonora, Veracruz y Colima. En amplias zonas de riego la sobreexplotación de los acuíferos ha acarreado que los niveles de agua subterránea se hayan abatido decenas de metros, como es el caso de los acuíferos de Maneadero y Camalú en Baja California, que tienen registradas disminuciones del nivel estático de más de 12 metros en la zona cercana a la costa, lo que además ha favorecido la intrusión salina.
El uso racional del agua subterránea es indispensable, ya que cada vez un número mayor de regiones dependerá de sus reservas almacenadas en el subsuelo como la principal –y quizá única– fuente de líquido. Sin duda, en el futuro los acuíferos se convertirán en un recurso patrimonial estratégico (CNA, 2001). De hecho, en la actualidad 70% del agua que se suministra a las ciudades proviene de acuíferos y con ésta se abastece a alrededor de 75 millones de personas (55 millones en ciudades y 20 millones en comunidades rurales).
El uso racional del agua subterránea es indispensable, ya que cada vez un número mayor de regiones dependerá de sus reservas almacenadas en el subsuelo como la principal –y quizá única– fuente de líquido. Sin duda, en el futuro los acuíferos se convertirán en un recurso patrimonial estratégico (CNA, 2001). De hecho, en la actualidad 70% del agua que se suministra a las ciudades proviene de acuíferos y con ésta se abastece a alrededor de 75 millones de personas (55 millones en ciudades y 20 millones en comunidades rurales).
Disponible en: http://app1.semarnat.gob.mx/dgeia/informe_04/07_agua/imagenes/c7_mapa3.gif |
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